miércoles, 8 de octubre de 2014

Enfrentando a un conductor agresivo muy "perramente"

COLABORÓ: COCO

¿Para qué resolver con palabras o con golpes lo que se puede solucionar con ladridos?

Sabedor de cómo se ponen de locos sus compatriotas cuando se encuentran tras el volante, un conductor ruso lleva un acompañante que lo libra de tener que lidiar con gente que nomás se pone al brinco por cualquier cosa.

En este caso, no sabemos cómo iba el pique entre los implicados… pero cuando el del auto se bajó a hacerla de jamón, el de la camioneta nomás abrió la ventanilla… pero de atrás, para dejar que su perrote asomara la cabeza.

El otro mejor no quiso comprobar eso de que “perro que ladra no muerde…”

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