COLABORÓ: CARLOS C.
La fotógrafa rusa, Irina Popova, retrató la dura vida de una niña rusa con padres adictos a las drogas y el alcohol. Las imágenes fueron expuestas en una galería, despertando la indignación de la comunidad, quienes le recriminaron el no haber intervenido.
Ella decidió fotografiarlos, ellos aceptaron; pero no supo prever lo que las imágenes traerían consigo: críticas, investigaciones policiales y una familia separada.
Tras varios años de crítica, Popova explicó que pudo reencontrarse con los personajes de su obra: Lilya, había superado su adicción tras el escándalo pero abandonó a su familia. Pasha trabajaba como electricista y vivía junto a su pequeña y su nueva pareja.
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La niña y sus padres |
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Los padres de Anfisa. |
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La mujer duerme. |
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Anfisa sale con sus padres. |
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Pasha juega con su hija. |
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En la calle. |
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La primera imagen que captó la fotógrafa. |
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Pasha, el padre de Anfisa, se dedica a la fiesta junto a uno de sus amigos, en presencia de la niña. |
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Anfisa corre peligro de caer desde la ventana. |
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Anfisa junto a sus compañeros de clase. |
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Mientras su madre duerme, la niña tiene contacto con objetos dañinos para su salud. |